La actividad se centra en la parte sur: Los ‘Ullals de Baltasar’, unas surgencias de agua; Lagunas de la ‘Encanyissada’ y la ‘Tancada’, con algunos de sus miradores; La Pantena, un arte de pesca fijo en la laguna; El filtro del ‘Embut’, donde se limpian las aguas; Las antiguas salinas de ‘Sant Antoni’; El ‘Trabucador’, el istmo de arena de 6 km que nos une con la ‘Punta de la Banya’.

Todo a través de una complicada red de caminos, canales y desagües, para descubrir, observar y fotografiar algunas de las más de 300 especies de aves que viven o visitan, a lo largo del año, el Delta del Ebro.

Según la época del año, podremos ver aves estacionales, las que están de paso durante su migración o las que vienen a pasar el invierno o las que vienen a criar en primavera, y las que están todo el año. Garzas, flamencos, ibis, ánades reales, zampullín, calamón, fochas, cigüeñuela, gaviota de Audouin, gaviota reidora, avefría ... La gran variedad de aves que se pueden ver en el delta es uno de sus principales atractivos, pero no es el único que hay por descubrir. Mientras avanzamos en zigzag a través del laberinto de caminos en busca de aves, iremos descubriendo estos lugares que pasan desapercibidos al visitante esporádico: coheteras, desagües, estaciones de bombeo, filtros naturales, artes de pesca y los diferentes ambientes que iremos atravesando: arrozales, humedales, salobres, arenales.

No puedes dejar de descubrir este territorio único.